El Senado aprueba la reforma constitucional para trasladar la Guardia Nacional a la Sedena
El pasado martes, el Senado de la República aprobó con 86 votos a favor y 42 en contra del PAN, PRI y MC la reforma constitucional que traspasa la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en una sesión que duró más de 8 horas. Esta medida, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado controversia en la oposición, que la considera como la consolidación de la militarización del país.
La reforma modifica varios artículos de la Constitución para otorgar a la Guardia Nacional la facultad de investigar delitos. Según el dictamen aprobado, ‘la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional, en el ámbito de su competencia, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función’.
La Guardia Nacional se define ahora como una ‘fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública’. Asimismo, se indica que la Federación contará con esta fuerza de seguridad para la ejecución de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en su competencia.
La reforma también establece que la persona titular de la Comandancia de la Guardia Nacional será designada por el presidente de la República, a propuesta del titular de la Sedena, y debe ostentar el grado de general de División de la Guardia Nacional en activo.
Durante la discusión en el Senado, el senador por Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas, expresó que esta reforma ‘constituye el último clavo al féretro de la seguridad civil’, añadiendo que se trata de una militarización, a pesar de las negativas al respecto. La aprobación de esta reforma ha generado un intenso debate en el ámbito político y social del país.