co, la Ciudad de México enfrenta también la problemática de la escasez de lluvias en la región, lo que agrava aún más la situación de estrés hídrico. Ante este panorama, es necesario que se implementen medidas urgentes para mejorar la gestión del agua en la capital y garantizar un suministro adecuado para sus habitantes.
Es fundamental que se continúe con la rehabilitación de la infraestructura hidráulica, así como la implementación de tecnologías que permitan reducir las fugas y pérdidas en la red de distribución. Asimismo, es importante fomentar prácticas de consumo responsable del agua entre la población, así como el uso de sistemas de captación de agua de lluvia y reutilización de aguas grises.
Además, es necesario promover políticas de conservación y cuidado de las fuentes de agua, así como la protección de los ecosistemas acuíferos que abastecen a la ciudad. La gestión integrada del agua, que considere tanto la oferta como la demanda, será fundamental para garantizar un suministro sostenible y de calidad para todos.
En este sentido, es importante que se fomente la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el manejo del agua, así como la transparencia y rendición de cuentas en la gestión de los recursos hídricos. Solo a través de un trabajo conjunto entre autoridades, sociedad civil y sector privado se podrá enfrentar de manera efectiva el estrés hídrico en la Ciudad de México y asegurar un acceso equitativo al agua para todos sus habitantes.