e estas deportaciones se lleven a cabo de esta manera, violando los derechos de nuestros ciudadanos. No permitiremos que se vulneren los derechos humanos de nuestros compatriotas, mencionó Petro en una entrevista televisiva.
La situación se tornó más tensa cuando Trump amenazó con imponer sanciones comerciales a Colombia si no se accedía a aceptar las deportaciones, lo que llevó al gobierno colombiano a tomar la decisión de negarse a recibir los vuelos militares con deportados.
Finalmente, luego de intensas negociaciones y presiones diplomáticas, se logró encontrar una solución al conflicto, con el compromiso de garantizar un retorno digno y respetuoso de los colombianos deportados. La crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos ha quedado superada, pero deja en evidencia la importancia de defender los derechos humanos y la dignidad de las personas, incluso en situaciones de tensión política y comercial.
