Ebrard también mencionó que las tarifas al acero y al aluminio afectarán la cadena de suministro en la región de América del Norte, así como la competitividad de las industrias en ambos países. Además, destacó que las exportaciones de México al mercado estadounidense son vitales para el funcionamiento de diversas industrias en ambos países.
En conclusión, el gobierno mexicano rechaza de manera contundente los aranceles impuestos por Estados Unidos, argumentando que son injustos, carecen de sentido común y afectarán negativamente a ambas economías. Se espera que se puedan encontrar soluciones a través del diálogo y la diplomacia para evitar una escalada de tensiones comerciales entre ambos países.