afectó aún más el proceso de buscar justicia para su hermana. Durante el paro, se suspendieron las audiencias, lo que provocó una mayor demora en el proceso legal.
Pese a todas las adversidades, Sandra Soto continúa luchando por obtener justicia para su hermana y para todas las mujeres que han sido víctimas de feminicidio. A pesar de las trabas y obstáculos que se le presentan en el camino, sigue firme en su lucha por un sistema judicial que realmente proteja y haga justicia a las mujeres.
Es importante visibilizar estas historias y reflexionar sobre la urgencia de reformas que garanticen una justicia pronta, expedita y efectiva para las víctimas de feminicidio. La lucha de Sandra Soto y de tantas otras mujeres es fundamental para seguir avanzando hacia un sistema judicial más justo y equitativo.