ilizaban medidas de engaño para reclutar a personas, ofreciendo falsos empleos en empresas de seguridad con altos salarios, utilizaban técnicas de persuasión y lavado de cerebro para convencer a las personas de unirse al CJNG, y utilizaban la violencia como método de control, golpeando, torturando y asesinando a quienes se oponían al adiestramiento o intentaban escapar.
La detención de El Lastra es un golpe importante para el CJNG y su red de reclutamiento en Teuchitlán, Jalisco. Las autoridades continúan investigando el caso y se espera que la Fiscalía General de la República tome el control del predio donde se encontraba el rancho Izaguirre para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Es fundamental seguir combatiendo a las organizaciones criminales y desmantelar sus estructuras de reclutamiento y adiestramiento para evitar que sigan reclutando personas de manera violenta y engañosa. La cooperación entre las autoridades federales y locales es esencial para combatir este tipo de actividades ilegales y proteger a la ciudadanía.
