En las últimas horas, el estado de Guanajuato ha sido sacudido por la explosión de dos coches bomba en Acámbaro y Jerécuaro, dos municipios donde el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) tiene un fuerte control. El consultor en temas de seguridad, David Saucedo, ha calificado estos hechos como ‘narcoterrorismo’, debido a la magnitud del ataque y al mensaje contundente que envían.
Según Saucedo, este tipo de acciones demuestran que los grupos de narcotráfico siguen operando con total impunidad, a pesar de los esfuerzos del gobierno estatal y federal por combatirlos. Es preocupante que no se hayan detectado la colocación de los artefactos explosivos ni el acceso a explosivos plásticos por parte del CSRL. Además, la capacidad del grupo para llevar a cabo este tipo de ataques indica un nivel de control y organización alarmante.
La estrategia de colocar los coches bomba cerca de instalaciones de Seguridad Pública y oficinas gubernamentales parece buscar forzar una colaboración con las autoridades locales, recordando épocas pasadas en las que existía una relación más estrecha entre el crimen organizado y las autoridades. Es necesario que las autoridades reaccionen de manera contundente para evitar que se repitan este tipo de ataques.
En este contexto, la población de Guanajuato se encuentra preocupada por la escalada de violencia y la audacia de los grupos criminales. Es crucial que se tomen medidas urgentes para contener esta situación y garantizar la seguridad de los ciudadanos. La presencia de narcoterrorismo en la región es un desafío que no puede ser ignorado y que requiere una respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes.