los comercios cerraron sus puertas ante el clima de inseguridad. A pesar de todo, Martín Roberto Ramírez Ruiz decidió seguir adelante con la organización de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, con la esperanza de llevar un poco de alegría y distracción a la ciudadanía en medio de la crisis.
Sin embargo, su valentía le costó la vida. Ahora, la feria está en riesgo de no llevarse a cabo, ya que los artistas cancelan sus presentaciones y los comerciantes locales huyen por temor a represalias. La violencia en Chilpancingo parece no tener fin, y las autoridades no ofrecen respuestas claras sobre cómo resolver la situación.
Mientras tanto, la familia y amigos de Martín Roberto Ramírez Ruiz exigen justicia y piden que se esclarezcan los motivos de su asesinato. La ciudad está de luto por la pérdida de un hombre que luchaba por mantener viva la tradición de la feria, a pesar de las adversidades.